FIFA ha notificado tres modificaciones en la reglas de juego de fútbol sala que estará vigentes esta campaña. Las variaciones afectan a la duración de los partidos, que no terminarán hasta que el disparo a puerta realizado dentro del tiempo reglamentario llegue a su destino; o a los guardametas, que, tras realizar el saque de puerta, no podrán tocar el balón de nuevo en su cancha a no ser que éste haya sido jugado o haya rebotado en un adversario.
La primera de dichas modificaciones, que afecta a la Regla 7, estipula que el periodo de juego terminará sólo cuando un disparo a puerta haya llegado a su destino, tras la finalización de un lanzamiento de penalti o la repetición del mismo, o de un tiro libre directo. El silbato del árbitro será el que determinará la conclusión del juego.
Mientras, las modificaciones realizadas en las Reglas 12 y 16 afectan a los guardametas. A partir de ahora se concederá un tiro libre indirecto si después de haber puesto en juego el balón, el portero vuelve a tocarlo en su propia mitad de la superficie de juego tras el pase voluntario de un compañero, sin que haya sido jugado o tocado por un adversario. El tiro libre indirecto se lanzará desde el lugar en el que se haya cometido la infracción.
Anteriormente, un guardameta podía desenvolverse en posición podía desenvolverse en posición ‘volante’ y tocar de nuevo el esférico si éste había cruzado la línea de medio campo. Esto ya no es posible. Los guardametas sólo podrán jugar el balón en su propia mitad, durante menos de cuatro segundos, y sólo podrán tocarlo de nuevo si antes lo ha tocado un rival.
Esta medida tiene el objetivo, según argumenta FIFA, de evitar “tácticas defensivas”, en las que el ‘quinto’ jugador, es decir, el guardameta, se dedica a tocar constantemente el balón en su propia mitad de campo. Ahora, si un equipo desea jugar con un meta ‘volante’ para no perder un partido, el portero tendrá que desplazarse hasta la cancha del equipo rival.
La primera de dichas modificaciones, que afecta a la Regla 7, estipula que el periodo de juego terminará sólo cuando un disparo a puerta haya llegado a su destino, tras la finalización de un lanzamiento de penalti o la repetición del mismo, o de un tiro libre directo. El silbato del árbitro será el que determinará la conclusión del juego.
Mientras, las modificaciones realizadas en las Reglas 12 y 16 afectan a los guardametas. A partir de ahora se concederá un tiro libre indirecto si después de haber puesto en juego el balón, el portero vuelve a tocarlo en su propia mitad de la superficie de juego tras el pase voluntario de un compañero, sin que haya sido jugado o tocado por un adversario. El tiro libre indirecto se lanzará desde el lugar en el que se haya cometido la infracción.
Anteriormente, un guardameta podía desenvolverse en posición podía desenvolverse en posición ‘volante’ y tocar de nuevo el esférico si éste había cruzado la línea de medio campo. Esto ya no es posible. Los guardametas sólo podrán jugar el balón en su propia mitad, durante menos de cuatro segundos, y sólo podrán tocarlo de nuevo si antes lo ha tocado un rival.
Esta medida tiene el objetivo, según argumenta FIFA, de evitar “tácticas defensivas”, en las que el ‘quinto’ jugador, es decir, el guardameta, se dedica a tocar constantemente el balón en su propia mitad de campo. Ahora, si un equipo desea jugar con un meta ‘volante’ para no perder un partido, el portero tendrá que desplazarse hasta la cancha del equipo rival.
extret de MARCA.COM
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